El 20 de enero el gobernador Sergio Uñac anunció, en la sede del partido justicialista sanjuanino, la fecha de las elecciones para renovar autoridades partidarias. La convocatoria cayó como un balde de agua fría dentro del sector que lidera el diputado nacional José Luis Gioja, que desconocía los planes del primer mandatario. Ese día estalló la interna entre las dos máximas figuras del peronismo provincial. Sin posibilidad de retorno, por primera vez Uñac y Gioja van a un choque frontal en las urnas.
Si no prospera el pedido judicial presentado por la fracción ahora opositora, las elecciones internas se realizarán el próximo 15 de marzo. Uñac encabeza la lista “Todos Unidos” y Juan Carlos Gioja (hermano del presidente del PJ nacional) la opción bautizada “Lealtad Peronista”. Mientras tanto, 29 militantes giojistas fueron despedidos del gobierno y varios más están siendo amenazados para que se queden en el molde. La pelea es desigual, quien controla el Estado tiene todas las de ganar, pero en política el final siempre está abierto.
fractura expuesta
Desde 1991 no había elecciones internas dentro del peronismo sanjuanino. Lo más parecido fue el plebiscito que en 2011 le permitió a José Luis Gioja ir por un tercer mandato a gobernador. Por ese entonces, el exsenador César Gioja (hermano mayor de José Luis) se calzó el traje del No y encabezó la jugada opositora. Con el 66% de los votos, el “Flaco” –como lo apodan sus allegados– pudo presentarse y luego ganar su tercer período al hilo. Ahora la pelea tiene un halo de dramatismo mayor.
Juan Carlos Gioja y el apoderado de la lista de Rawson, Elio Frack, presentaron un amparo judicial para suspender las elecciones partidarias aludiendo que la designación de Carlos Lorenzo como presidente del órgano electoral del PJ no se hizo de acuerdo a lo que determina la Carta Orgánica. También argumentaron que existe un exceso de exigencias en los armados de cada junta departamental. El juez federal Miguel Ángel Gálvez no le hizo lugar al planteo, la Cámara Electoral Federal con asiento en San Juan tampoco, pero la Cámara Electoral Nacional sí aceptó el recurso de queja. A día de hoy, el Tribunal integrado por Alberto Ricardo Dalla Vía, Santiago Corcuera y Hernán Goncalves Figueiredo, está analizando la presentación. Y se espera su veredicto.
En paralelo a lo que sucede en sede judicial, José Luis Gioja denunció públicamente una ola de despidos en la administración provincial contra sus partidarios. Circularon audios en los grupos de Whatsapp de la militancia, en los que algunos dirigentes explicaban, apesadumbrados, que se bajaban de las candidaturas internas porque funcionarios uñaquistas los amenazaron con despedir a sus familiares que trabajan en el Estado. Otro candidato contó en estricto off que, luego de que se hiciera pública su participación en la lista giojista, recibió una llamada sin identificación: del otro lado del teléfono una voz le recordó que tenía familiares intentando ingresar a la planta laboral de la Provincia. Y sin esperar respuesta, la comunicación se interrumpió. Hubo quienes grabaron esas llamadas telefónicas y las compartieron con “los compañeros”. El extorsionador fue identificado y se trata de un funcionario del Ejecutivo. La esposa del ex intendente Juan Carlos Gioja, Margarita Maldonado, publicó en su cuenta de Facebook que sus hijos habían sido despedidos tras la oficialización de la interna.
Solo el periódico más tradicional de la provincia, Diario de Cuyo, dedicó varias tapas a analizar la interna peronista. Pero de los despidos, ni una línea. El resto de los medios, en una provincia donde el ejercicio del periodismo está ligado casi exclusivamente a la pauta oficial, el comicio es abordado con un formalismo extremo; incluso en las empresas comunicacionales que controla el giojismo, como Telesol y AM 1020. Mientras tanto, los periodistas se desahogan en las mesas de café, comentan los datos que llegan desde ambos bandos, los mismos que no pueden publicar por temor a represalias.
Lo que hay en juego
La relación entre Uñac y Gioja comenzó a resquebrajarse en 2015, ni bien se inició la primera gobernación del sucesor. Las diferencias políticas en el plano nacional (mientras Gioja se acercaba al kirchnerismo, el gobernador coqueteaba con el peronismo “racional”) se traducían en tironeos internos por el control de la Provincia, pero la grieta sólo era conocida al interior del mundillo político. La primera prueba de que estaba en marcha una disputa abierta fue en las PASO de 2019, cuando ambos se enfrentaron en la populosa localidad de Rawson. Uñac bendijo a Pablo García Nieto y Gioja a Rubén García. El giojista se quedó con la intendencia. Pero la candidatura presidencial de Fernández y Fernández reunió a todas las fracciones, en la pelea mayor contra el macrismo. Antes, Uñac había coqueteado con Roberto Lavagna.
En estas elecciones internas el recambio de autoridades será total: presidente, vicepresidente, vicepresidente segundo, consejeros provinciales (21 titulares y 8 suplentes), congresales nacionales (12) y las cúpulas de las 22 juntas departamentales. Quienes resulten elegidos por los 40.000 afiliados que pueden votar ejercerán el poder durante cuatro años.
Desde que estalló la interna, el gobernador se refirió al tema públicamente en contadas oportunidades. Pero el silencio solo fue mediático. Los días previos a la presentación de listas, realizó reuniones con distintos sectores del peronismo como La Cámpora y el Frente Grande. Los acuerdos quedaron sellados con fotografías publicadas en las redes oficiales del primer mandatario. Además hubo reuniones con la CTA, la CGT y un acto de gran calibre organizado en la periferia por el tres veces intendente de Albardón y presidente de la bancada justicialista en la Cámara de Diputados, Juan Carlos Abarca.
En el uñaquismo se esperanzan con una victoria aplastante, que dejaría marginado al giojismo de la definición del candidato a gobernador para 2023. En la vereda de enfrente confían en que alcanzando un 35% podrán mantenerse como una sólida opción, desde donde recoger a los desencantados de una gestión que no se avizora opulenta. En cualquiera de los casos, lo que se abre es una ventana al peronismo después de la unidad.