el juego de la vida financiera | Revista Crisis
brokers caseros / plata virtual dulce / multiplicar es la tarea
el juego de la vida financiera
La pérdida de poder adquisitivo es una constante que provoca angustia y terror por el futuro inmediato. Los íconos de las apps de inversiones se multiplican en los teléfonos celulares. Mover el dinero para que no se deprecie y genere renta desvela a una masa cada vez mayor de personas que miran tutoriales, siguen a influencers y se juegan las sobras en bonos, acciones, criptos o el MEP. Cuatro pequeños brokers cuentan sus experiencias en el mundo de la timba financiera.
Ilustraciones: Christian Montenegro
10 de Mayo de 2024
crisis #62

 

Hace poco arranqué con lo del vidrio fundido, pero hace diez años más o menos que hago diseño 3D, que es lo que me da de comer. Nunca me faltó plata, pero lo máximo que pude ahorrar en mi vida hasta hace un tiempo habrán sido 3 mil dólares, y siempre me lo terminaba quemando en un viaje. Cuando me metí en Bitcoin estaba trabajando en un estudio de diseño y la verdad que es un ambiente bastante nerd, así que confiaba en lo que me iban diciendo. Invertí en un montón de criptomonedas. En ese momento quizás le dedicaba una hora y media por día: veía videos de distintas monedas y había algunas que eran muy poco conocidas, por lo que tampoco eran tan fáciles de comprar. Quizás no las encontraba en Binance y me tenía que meter a otros [Plataformas en las que se realizan los intercambios]. Yo había puesto plata en uno que se llamaba Cryptopia y un día me metí en la página y decía que estaba en reparación. Después salió un comunicado diciendo que la página no funcionaba más y que el tipo se había declarado en bancarrota. Mucha gente había puesto guita así que se hizo un reclamo grupal y todavía me siguen llegando los mails. Yo había metido 150 dólares ahí, tampoco era tanta plata. Si me enroscaba iba a ser peor. Con el tema de las criptomonedas hice muchas cosas mal, pero me sirvió para aprender. Yo me metía todos los días y, cuando veía que bajaba, cambiaba a otra moneda. Y ahí vas perdiendo plata, porque te cobran una comisión. En un momento estaba trabajando en Holanda y tramitaba la ciudadanía italiana. Me acuerdo de que justo me salió el pasaporte y tuve que viajar de emergencia a Italia. Tuve que sacar la plata justo cuando Bitcoin había bajado. Ahora con lo de los fondos de inversión no estoy muy pendiente. Tengo un plan más a largo plazo. Justo antes de volverme a Argentina, hubo un despido colectivo en la empresa en la que estaba trabajando y, si yo hasta el momento había podido ahorrar 3 mil, de pronto me cayeron 14 mil dólares. Euros, en realidad. Y bueno, esa plata la fui gastando, pero cuando volví, más con la situación como está ahora, dije: “La tengo que meter en algún lado”. Así que decidí meterme en el tema acciones. Vos podés invertir en Apple o Amazon o lo que sea, pero dependés de lo que pase con esa empresa. Con los fondos de inversión, los ETF [Exchange Traded Fund], vos comprás un paquete de acciones de distintas empresas. Yo ahora tengo invertido en uno que se llama S&P 500 que tiene las empresas más importantes de Estados Unidos, así que es relativamente seguro. Digamos que si le va mal a ese se cae el capitalismo. Pero después hay otros más volátiles que te dan más ganancias. Entonces yo puse 75% en el S&P 500 y el 25% restante en empresas que hacen semiconductores. No lo tengo súper claro pero los semiconductores son los materiales que se usan para casi toda la tecnología. Vi que los últimos diez años eso fue lo que más rindió y lo puse ahí. Metí 4 mil dólares hace dos meses y al momento me habrá dado unos cuarenta dólares. Ahora me informo en Youtube y si algo me hizo ruido o me pareció interesante empiezo a googlear. Si no hubiese sido por lo de Bitcoin, hubiera puesto todo en los semiconductores. Me sirvió para darme cuenta de que no te podés meter en algo tan arriesgado si no sabés. Igual, yo te digo que aprendí con Bitcoin pero la verdad es que al poco tiempo volví a cometer el mismo error con los NFT. Son tokens [criptoactivos] que representan una obra de arte física o digital. Como yo hago diseño 3D, empecé a ver que un montón de artistas estaban haciendo un montón de plata con eso. A mí siempre me interesó el tema ambiental y había una discusión sobre que los NFT generaban un daño bastante importante. En su momento lo sabía bien, pero algo de la encriptación utiliza muchísima energía. Entonces me metí en una plataforma que supuestamente era menos nociva, con un proyecto que se llamaba Coral Club. Eran unos corales animados y la idea era que un porcentaje de cada venta iba a la reparación de corales. Pero como la plataforma era poco conocida vendimos cinco o seis, ahí justo las cripto bajaron una bocha y el proyecto se estancó. Fue el pibe con el que pensamos Coral Club el que me dijo que estaban por salir los NFT de Messi, que había una cierta cantidad, que eran limitados, que él los iba a promocionar en su Instagram, que no sé qué. Yo compré uno que tenía un millón de copias y valía 500 dólares. Hoy en día no debe valer ni cincuenta. Encima era una animación de Messi con los seis balones de oro y después ganó uno más.

Joaquín (33), diseñador 3D y artesano.

 

padre ausente, madre inversora
 

Yo trabajo desde muy chica. No fue que terminé la facultad y me desayuné con este mundo. Siempre traté de ahorrar, aunque fuera a pequeña escala. Pero siempre con esta concepción de comprar dólares y meterlos abajo del colchón. Y después de la pandemia empecé a leer que había inflación en dólares y entonces me dije “che, ¿qué hago?”. En esa época además generaba el dinero y tampoco tenía mucha oportunidad de consumirlo. Yo soy consultora de comunicación en una empresa multinacional y vivo sola con mi hija de cinco años, soy madre soltera. Madre soltera o padre ausente, ¿no? No tengo conocimiento técnico, pero voy leyendo, y la verdad que Coco’s Capital me ayudó mucho, porque tenés una app confiable en el teléfono en donde se te va informando sobre los distintos instrumentos. Al principio era como más intuitivo, medio al tuntún. Hoy tal vez, si veo que salen oportunidades de obligaciones no negociables o bonos, hago un doble clic. Me meto en Google, leo, y veo si pongo algo de guita ahí. Con eso me metí más tarde. Al principio no entendía bien qué eran las obligaciones no negociables y después entendí que son como bonos pero de las empresas. Hay muchos generadores de contenido que te van masticando la info. Incluso hay influencers de finanzas femeninas como Luli Invierte o Feminanza, que tiene un curso sencillo de inversiones, y me parece genial porque no tiene filtro la piba. Me gusta porque es joven y hace un contenido muy real. Viste que al mundo de las inversiones siempre se lo atribuyó más al hombre, aunque en el último tiempo por supuesto que no, y menos en mi caso, que soy la única que genera ingresos. Pero de repente esta chica Luli Invierte, que es madre, te dice que a su hijo le está juntando guita desde que nació para que a los 18 tenga asegurada su educación. Ese tipo de razonamientos yo no los veo en los hombres. No digo que no los tengan, pero no dentro del orden de sus prioridades. La guita me sirve para bienes materiales, para viajar. Pero un viaje largo de tres meses ni siquiera me sirve porque mi hija está escolarizada. ¿La voy a hacer faltar? Somos un grupo [etario] que labura, que genera guita, pero ¿en qué la vas a meter? A una casa no vas a llegar nunca. Todo el mundo demoniza los créditos UVA pero yo conozco un montón de gente que hoy tiene su casa propia y paga menos de lo que le costaría el alquiler. A mí me pasó que en ese momento no tenía guita para entrar a un crédito hipotecario y ahora que sí la tengo no puedo entrar porque no hay. Entonces algo que escucho mucho es: “Okey, preparate para el día en que los haya”. Tengo un grupo de WhatsApp con cinco amigas del colegio que se metieron en esto. Muy amateur todo, no hay mucho conocimiento, pero lo importante es que hay un interés. Hay algunas que preguntan, o tal vez yo cuando recibo información les mando “chicas, miren esto”. Ni hablar que yo trabajo en un lugar que me da estabilidad, que este año me aumentaron el sueldo todos los meses. Es un privilegio que sé que no todo el mundo tiene. En mi trabajo hay un programa en el que podemos adquirir acciones de la empresa con un porcentaje de descuento. Vos vas haciendo un fondo durante seis meses para que cuando sea el llamado puedas comprar. Hay muchas empresas que lo tienen; será porque les beneficia y todo lo que quieras. Me retira una parte del salario, se compran las acciones y eso me va generando dividendos. El día que necesite la plata me doy de baja del programa y ya está. Eso lo vi mucho en las creadoras de contenido: prever de entrada que un porcentaje de tus ingresos vaya a inversiones. Tenerlo dentro de tu presupuesto. Cuando era más chica me encantaba viajar, entonces tenía un departamento minúsculo, la cocina era de un centímetro. ¿Podía pagarme algo más grande? Sí, podía. Pero no lo iba a hacer si quería irme dos meses de viaje. Yo siempre vi la plata como un instrumento de libertad. Veo que muchas mujeres de mi entorno quizás quieren separarse y no pueden porque han dejado de trabajar o trabajan pocas horas y no podrían mantener un lugar para vivir. Entonces yo siempre les digo que nunca dejen de crecer en lo que elijan porque el día de mañana eso puede ser una carta de libertad. Yo nunca tengo la plata quieta. Cuando me pagan el sueldo automáticamente lo giro a la plataforma y de mínima lo pongo en un fondo común de inversión con 24 horas de rescate. Chequeo un par de veces por semana para saber en qué anda el tema. Y en general una vez al mes trato de meterme para accionar alguna inversión. El histórico en general me dio siempre positivo. La verdad, no tengo ni idea de cuánto me dieron, porque lo veo como un instrumento tan a largo plazo… Pero las estoy revisando acá en la app y algunas me dan muy pero muy bien. Hay una que la tengo en +826% y otra en +2117% [Se sorprende]. En cripto nunca invertí. No me interioricé, no lo entiendo bien, pero seguramente en breve lo haga porque Coco’s sumó la funcionalidad.

Marisa (34), consultora de comunicación social.

 

corralito cripto
 

Me recibí de médico, hice la especialización en cardiología y después varios posgrados de otras cosas que tienen que ver con datos. De hecho, ya prácticamente no me dedico a la medicina asistencial, sino que trabajo en una empresa de telemedicina. La primera vez que pensé que algo tenía que hacer fue en la devaluación de Macri, año 2018, cuando estábamos con el dólar a 20 y en dos meses lo teníamos a 40. Ahí fue muy notorio: soy más pobre que hace una semana. En ese momento no tenía tanta capacidad de ahorro y la prioridad era siempre hacer algún viajecito con mi mujer, porque los dos somos médicos y la residencia te quema la cabeza. Ella era más de ir y comprar dólares. Yo me metía en plazos fijos y esa plata se iba gastando. Pero en el 2020 me empecé a interiorizar en otras alternativas. Tuve una consulta con una inversora que me ofrecía poner la plata en un fondo de inversión de Estados Unidos. Me pareció medio un quilombo, no me resultó. Así que me metí en una cripto llamada UST, que era una stablecoin que tenía paridad con el dólar. Vos comprabas esa moneda y la ponías como en un plazo fijo cripto que te daba un interés en dólares del 10% anual. Era demasiado bueno para ser verdad y fue una burbuja, terminó explotando. La criptomoneda perdió esa paridad del uno a uno porque el mecanismo por el cual funcionaba era bastante… Puede que sea muy fácil meter plata y ver algún rendimiento, pero también puede ser muy fácil perderla. Yo nunca lo había hecho, y un verano en el que estaba en cuarentena me puse a ver videos de Joven Inversor. Hay mucha gente en Youtube que en teoría sabe del tema y te asesora, por así decirlo. A mí lo que me hizo ruido es que había inflación en Estados Unidos. Yo tenía algunos dólares MEP que había comprado y le dije a mi mujer que compráramos cripto, que nos daban interés. Y de hecho nos dieron intereses por tres o cuatro meses. Después empezó a bajar: quedaron valiendo un centavo de dólar. Ahí vendí todo lo que tenía y dije “se va a la mierda”. Perdí como 5000 dólares. Pensé que mi mujer me iba a asesinar pero por suerte se lo tomó bien. Tenés que saber bien lo que estás comprando. Hay muchas criptomonedas que son una falopa y creo que hay todo un mercado atrás que por ahí se aprovecha de la gente con desconocimiento. Cuarenta mil millones de dólares, toda la deuda que teníamos con el fondo, toda esa plata desapareció. De hecho, el que estaba detrás de las UST es un coreano que ahora está preso. Yo me enojé con el sistema porque todas las plataformas te las ofrecían con un clic y después todas se lavaron las manos. ¿Y de ahí? Dólar MEP. He vuelto a comprar dólar cripto transitoriamente, cuando ganó Milei y pensé que el dólar se iba a ir a la mierda. Ya nos pasó y fue un pijazo. Me acuerdo patente que yo cobré el aguinaldo un viernes y ese sábado renunció Guzmán. ¿Y qué pasó con el dólar? Se fue a la mierda. ¿Y qué pasó con el dólar MEP? Se fue a la re mierda. Hijo de puta, nos hiciste perder plata a un montón de gente en esa operación. Porque vos cuando comprás no sabés a qué valor queda el dólar, porque la operación cierra a las 48 horas. Vos pretendías haber comprado 500 dólares y terminaste recibiendo 350. Qué bronca me dio. Pero bueno, ahora el dólar está estable. Yo compro dólares que pueda retirar físicamente del banco, porque no confío en la gestión macroeconómica de este Gobierno, para nada. Aunque sea poco factible, yo un corralito no me voy a morfar.

Pierre (34), médico cardiólogo y data analyst.

 

yo tradeo
 

Hace ocho años que tengo un canal de Twitch que fue mutando según mis intereses. Ahora estoy mucho con cripto y a mí que soy un nerd, un gamer, lo que me calienta es que sea el juego más difícil del mundo. Hablar de cripto en general es medio dañino, porque estás metiendo en la misma bolsa monedas que no son tan seguras ni tan filosóficamente sólidas. Bitcoin es lo que es porque es descentralizada y no depende de un actor central que la pueda envilecer, como pasa con otras monedas… o con el dólar. Hay una página muy buena que se llama wtfhappenedin1971 y te muestra un compendio de estadísticas que se empiezan a hacer mierda cuando dejamos el patrón oro. Al final de todo se cita a un monetarista liberal que dice que nunca vamos a poder tener dinero real a menos que lo saquemos de la mano de los gobiernos y —se me pone la piel de gallina— hay un link al white papel de Satoshi Nakamoto que es el [pseudónimo del] fundador anónimo de Bitcoin. En algún punto, para mí el Bitcoin es el abrazo entre el capitalismo y el afán de horizontalidad del comunismo. Yo no voto, soy muy anarco en ese sentido, y tampoco es que soy un mileísta, pero es verdad que si agarramos la maquinita y empezamos a imprimir empobrecemos a todos por igual. Lo mismo les está pasando a los yanquis. Nosotros ahorramos en dólares, pero ¿qué pasa si el día de mañana Estados Unidos enloquece y empieza a imprimir a lo loco? ¿Yo? En dólares, porque todavía no hay tal crush. Y en Bitcoin, por supuesto. Pero tampoco es que tengo mucho, porque yo no me dedico a holdear [Comprar y esperar a que suba para vender]. Lo que hago yo se llama trading de futuros. Yo no compro y vendo Bitcoin, sino que apuesto por su subida o su bajada de valor. Y lo hago en vivo por Twitch, que es algo muy poco común. Es muy loco, porque es la forma de trading más común hoy en día y no hay mucha gente que lo muestra. Eso es porque la mayoría pierde más de lo que gana, entonces venden cursos. Si le das un poco de pista al algoritmo, te empieza a aparecer este submundo de creadores de contenido de finanzas: sé tu propio jefe y vuélvete rico en tres simples pasos. Esa narrativa se basa, primero, sobre la premisa de que existe un método infalible para hacer plata y, segundo, en que vos podés acceder. Pero, sobre todo, nace de la desesperación de la gente con respecto a la plata. Y de ahí salen Generación Zoe y todas esas estafas piramidales. Literalmente, Cositorto tenía una mesa de traders trabajando para él. Mi contracultura justamente es decir que esto es un quilombo, que vas a perder, vas a ganar, y estas son las reglas que necesitás para no hacerte mierda. Yo no hablo de guita. Como lo mío no está centrado en la avaricia, me manejo con montos que a mí no me mueven. Mi operatoria pública, la que muestro en el stream, arranca todos los meses en 300 dólares. No importa lo que pase, yo a principio de mes vuelvo a dejarla en ese monto. Ahora estoy 800 dólares arriba. Es decir, le hice un 250% a la caja inicial en cuatro meses, que es un montón. La verdad que es obsceno. Pero yo juego a tradear, no lo pienso como una cosa monetaria. A mí 300 dólares no me mueven un pelo. Yo puedo perder todo y pondré cara de orto, pero al otro día voy a estar bien. Y esa es la clave de que yo pueda jugar concentrado. Me ha pasado de tradear con más plata y pasarla como el orto, cagarme un finde o estar todo estresado. Durante la pandemia, que nadie tenía un culo que hacer, un amigo se tomó el trabajo de coachearme durante dos semanas. Conocí el mundo Bitcoin y dije: “esto es una locura”. No te lo puedo poner en números reales, pero yo agarré un tercio de toda mi plata y la puse ahí. Después empecé a probar cosas, empecé a tradear, y si vos estás solo te hacés pelota. Y esto no es propio de las cripto, es propio de los mercados. La perdí toda y me quedé tan amargado que fui y puse la mitad de eso y lo perdí todo de nuevo. Para ese momento yo estaba muy triste. Ahí fue cuando me contacté con esta gente para la que trabajo ahora [el exchange] y ellos me dijeron las tres o cuatro cosas que yo necesitaba escuchar. Me dieron un sponsor para que pudiera volver a tradear y con ese puchito recuperé todo. Hice mi arco de redención frente a sus ojos y ahí con eso ellos dijeron “acá hay algo”. Y ahora estoy extendiéndole el sponsor a gente que me parece que lo puede hacer bien. Esta semana se sumaron dos pibas, que es una cosa inédita. Estas chicas son gamers muy grosas a nivel competitivo, entonces hay un par de skills que ya tienen resueltas, como laburar bien bajo presión o tener alta tolerancia a la frustración. Lo que yo hago es darles consultorías uno a uno para que empiecen a tradear en vivo. En mi stream no tengo una estructura muy definida. Hay días en los que jodemos con este refrán de “a veces el mejor trade es no tradear”. Entonces hacemos un análisis, evaluamos las posibilidades de lo que podría pasar, anoto cosas y digo “no hay un trade para mí hoy”. Por el contrario, hay días en los que agarro mi herramienta de laburo, que es mi sponsor, así que la muestro un poco, opero en vivo y completo mi diario. Mirá, te voy a mostrar [Comparte pantalla]: tengo mis reglas personales, recursos, modelos de cosas que pueden pasar, pero lo más importante es que yo llevo un registro a rajatabla de toda mi operatoria. Comento como si fuera un diario íntimo: “voy a hacer tal cosa, siento esto, estoy un poco escéptico…”. Una vez que cierra el trade, hago barra barra y comento cómo salió. Y llevo un seguimiento de todos los que están tradeando conmigo, entonces puedo acercarme a alguien al que le está yendo mal y decirle: “Che, ¿necesitás hablar?”. Hay una herramienta que se llama palanca que es un multiplicador de tu capital. Quizás vos no tenés la plata encima, pero sabés que tu lectura es correcta y es totalmente válido usar la palanca. Lo que pasa es que es muy fácil irte a la mierda. Si vos tradeás x 100 estás asumiendo 100 veces más riesgo. Hace poco pasó que un pibe se pegó un palo grande de cinco cifras dólar y me tocó la charla que me dieron a mí en aquel entonces. El 90% de los problemas empiezan cuando tradeás con montos que vos no podés manejar en tu cabeza. Estás confiando en pegarle al cero de la ruleta y volverte rico. Entonces quizás no te gusta tradear, quizás solo querés volverte rico. Los mercados se mueven sobre la idea del consenso de masas: cuando todos están de acuerdo en algo, pasa exactamente lo opuesto. Yo me paro mucho sobre esas premisas y no sobre toda la otra falopa técnica, monetaria, matemática. Mi approach es mucho más psicológico: si no sabés quién es el boludo de la mesa, el boludo sos vos. Eso pasa cada vez más con los pibes. Están con las páginas de apuesta, la ruleta, hay un hiper gambling. A vos te vendieron una visión boomer de que ibas a poder tener tu casa, tu auto, y a los 30 años tu vida no se corresponde con esa realidad. Como te sentís siempre atrás en la carrera, vas a apostar mucho más de lo que tenés que apostar si no sos experto. Vas a cometer errores por querer sacarte de encima ese problema existencial que tenés. Hablar de plata es la receta para el fracaso. Es un juego. Y yo quiero ser el mejor jugando.

Manuex (31), streamer.

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