El curioso caso de la ley de humo | Revista Crisis
entrevista a gabriel delgado / gauchos insufribles / nac and transgenics
El curioso caso de la ley de humo
Bienvenidos al circo de los agronegocios. En esta función, presentada por el ex Secretario de Agricultura Gabriel Delgado, se podrán ver las piruetas de chacareros ladinos, los malabares de multinacionales rapaces, el baile de ministros con más agro que industria y la rutina de diversos adiestradores del glifosato. Una entrevista extensa que recorre las contradicciones del complejo exportador más importante del país y la lenta agonía de una ley que nunca estuvo. Delgado increpa pero defiende a los productores, acepta con admiración y fatalismo la magia técnológica de Monsanto, pide un impuesto a la tierra y pone el dedo en la silenciosa llaga de la ley de competencia.
Ilustraciones: Ezequiel García
20 de Diciembre de 2016

Argentina. Un país que poco a poco abandona las aspiraciones de industrialización tradicional y se acomoda a la idea de ser, mejor, el “supermercado del mundo”. Pero el proyecto "modernizador" está parado sobre los pilotes podridos de un vacío legal cuya modificación no parece convenirle mucho a nadie. Se trata de la ley de semillas. La actual data de 1973, y si bien es posterior a la “revolución verde” que para algunos combatió el hambre mundial y para otros condenó para siempre a la agricultura a subordinarse a los flujos del mundo financiero, es anterior a las innovaciones fitogenéticas que desde la década del noventa permitieron que empresas de innovación tecnológica, con Monsanto a la cabeza, alterasen la estructura genética de las semillas para que, combinadas con agrotóxicos, el rendimiento de cultivos como la soja se disparase.

En la actualidad el Congreso de la Nación debate un nuevo proyecto de Ley presentado por Cambiemos que intenta regular y actualizar dos situaciones controversiales que perturban a los aceitados engranajes de la producción agrícola. La primera es la cuestión del uso propio, contemplada por la ley de 1973, y que se refiere a la potestad de los pequeños agricultores de conservar semillas luego de la cosecha para que las mismas sean reutilizadas sin abonar derechos a los obtentores de las mismas. La segunda es la cuestión de las patentes, ya que las innovaciones fitogenéticas introducidas por empresas como Monsanto son posteriores a la ley, y por ende no están contempladas por la misma. De hecho, una cosa es pagar licencia por el uso de una semilla con germoplasma portador de innovación tecnológica, y otra cosa es pagar la patente del evento fitogenético. Monsanto reclama la potestad de fiscalizar las semillas que se exportan y cobrar en los casos de que encuentre que se usaron sus desarrollos. Pero la ley de Cambiemos prefiere que esa tarea sea realizada por el INASE (Instituto Nacional de Semillas), una suerte de policía de la producción agropecuaria.

Si en la Argentina el pago de licencias por parte de una patria chacarera sublevada es realmente bajo (se estima que se recauda cánon por un 20% de lo que se produce, mientras que en Brasil se recauda por un 70%), la nueva Ley busca mantener la contemplación para la agricultura familiar y las unidades productivas que se empadronen en el Regustro Nacional de la Agricultura Familiar (RENAF). El supuesto objetivo de esta regulación es no perjudicar a los pequeños campesinos pero al mismo tiempo generar un marco legal aggiornado que favorezca la innovación y el desarrollo en un área clave, quizás casi la única área de avanzada en la economía nacional. Sin embargo, como afirma el periodista del Diario La Nación Fernando Bertello, según una fuente oficial “la nueva ley no bloquea el tema de las patentes”, por lo que los intereses de Monsanto no se verían perjudicados y su posibilidad de reclamar pagos en este concepto se mantendría.

Teniendo en cuenta este escenario entrevistamos a Gabriel Delgado, ex Secretario de Agricultura entre 2013 y 2015, durante la presidencia de Cristina Fernández de Kirchner. Durante su gestión, Delgado se propuso establecer un “canon tecnológico” que permitiese que el Estado recaudase gran parte de los dividendos que Monsanto pretendía embolsar a través de su fiscalización, y destinar una parte de los mismos al desarrollo tecnológico nacional. Hoy Delgado es Director del Centro de Investigación en Ciencias Políticas, Económicas y Sociales (CICPES) del INTA y también es productor rural. Un rara avis que nos responde a calzón quitado, se apasiona al explicar cuestiones técnicas y admira y repudia en igual medida a todo el sector al que analiza y pertenece.

En el mundo de los agronegocios se comenta que los productores pagan sólo el 20% de patentes sobre la semilla que circula. ¿El objetivo de la nueva ley es aumentar esa recaudación?

El 20% es lo de la semilla fiscalizada y después hay un 15% que se cobra por regalía extendida, que es un sistema privado que organizó el sector de las semillas de Argentina, que es una Sociedad Anónima privada, donde los productores voluntariamente pagan por hacer Uso Propio. En realidad, regalías te manda todos los años una carta para ver cuántas hectáreas sembraste y cuando lo declarás te dicen bueno, es tanto dinero, y le pagas a regalías extendidas. Entonces ahí tenés un 20 más un 15, más o menos un 35% del “uso propio”. Hay productores que hacen reservas para uso propio, que está permitido por ley. Semillas ilegales es comprarle a un tercero y sembrarlo vos, eso es la Bolsa Blanca.

¿Y porqué ante la opinión pública parece que esta ley surge de lobbys de poder concentrado?

Vos podes hacer reserva de “uso propio gratuito” por Ley de Semillas. Pero como Monsanto patentó el procedimiento del gen, se agarra de la ley de patentes y dice no, esperá, por más que vos hagas uso propio y que la Ley de Semillas te ampare en que no pagues, por Ley de Patente yo te puedo cobrar. Además cuando vos me compraste la semilla de primer multiplicación yo te hice firmar un montón de contratos que establecen que vos me vas a pagar todo los años por la propiedad intelectual de la introgesión del gen, y ahí se empieza a armar todo el embrollo de semillas y de patentes. Por eso es que yo creo que no va a salir nada de lo que está en el Congreso, porque los productores quieren que la ley siga haciendo uso propio gratuito porque no quieren pagar todos los años y Monsanto dice bueno la verdad a mi mucho no me interesa la Ley de Semillas porque yo me rijo por la Ley de Patentes con lo cual estoy en el mejor de los mundos, no es posible que salga la ley. Además hay un montón de gente opinando que no tiene ni idea de un tema tan complejo

¿Entonces decís que ni Monsanto ni los empresarios argentinos de biotecnología pierden con la situación actual?

No, yo pienso que además la están incentivando y que no quieren la Ley.

¿Y porque hacen lobby para que salga?

Juntáte con Diputados del Frente para la Victoria, con diputados del Peronismo, con Diputados del PRO y preguntales que opinan las empresas del proyecto del ejecutivo y que opinan los del campo del proyecto de ASA (Asociación de Semilleros Argentinos). Nadie la quiere la ley. El proyecto del Frente Renovador, por ejemplo, consagra la convivencia de la Ley de patentes y la ley de Semillas, pero ya están conviviendo. Así que hasta que no haya un Juez que diga hay un gris acá, esto no es normal, van a seguir conviviendo.

¿Entonces lo de la Bolsa Blanca y el Uso Propio no afecta lo que podrían llegar a ganar por Patente?

Hay un sistema establecido que controla los puertos que hoy lo está haciendo el INASE (Instituto Nacional de Semillas), y el INASE informa a Monsanto de cuáles son los productores que están entregando la soja que tienen el gen, entonces Monsanto va ir a cobrarles, sean primer multiplicador o no, hay una aceptación tácita de que las patentes caminan.

¿Pero no habían reaccionado mal los productores con ese escaneo y la fiscalización posterior?

Sí.

Y ahora ya lo aceptaron.

Bueno en realidad lo que hubo fue un arreglo entre el gobierno, Monsanto y algunas entidades de productores para que ese control no lo hagan los exportadores sino que lo haga el INASE, pero el sistema sigue igual.

Sin embargo nadie se muestra muy contento con el INASE.

No, pero también el INASE ahora tiene este nuevo rol que le han dado de ser responsable de hacer un análisis, lo que hace es recibir los reporte de los exportadores, centralizar la información filtrarla y se lo manda a Monsanto. Pero todo va mucho más lento de lo que ellos querían, el sistema original de Monsanto es brillante, te guste o no te guste. Son muchos abogados del sector privado, es una pelea imposible, yo creo que hay gente que lo critica por desconocimiento, es tan complejo que lo más fácil es atacarlo.

¿Y el proyecto del Macrismo le conviene o no a los productores?

El proyecto dice que los productores deben pagar por las primeras tres veces, por hacer Uso Propio, o sea lo que se llama el Uso Propio Oneroso, lo cual es muy difícil de controlar. Hay muchos problemas de control.

¿Y cuál es la Ley de Semillas que necesita la Argentina?

Una ley de semillas que proteja la propiedad intelectual del Germoplasma, de la Biotecnología, de la Multiplicación de Semillas, del comercio de Semillas, que controle el negocio ilegal de semillas, una ley que permita a la inversión privada desarrollar la contra estación que tenemos que es una enorme oportunidad. Tenemos mercados en el mundo impresionantes, grupos de científicos muy buenos. Tenemos 45 o 50 cadenas en nuestro país, en donde a excepción de soja y maíz, en todos tenemos problemas con propiedad intelectual o importamos todo porque ha sido tan desastroso el cobro de la propiedad intelectual que todos se han retirado del mejoramiento, como en el caso de peras y manzanas, por ejemplo, donde el negocio de la Argentina ha quedado muy disminuido. Hablan de exportar 10.000 millones de toneladas de carne que es un tema recontra sensible de hace cien años de la Argentina, de la época de los Ingleses, ¿por qué no nos dedicamos a desarrollar el negocio de la semilla que no tenemos conflicto con nadie y que los productores paguen por aquellas semillas que les hacen rendir más?

¿Y por qué no se hizo eso?

No sé. Es un tema que lleva décadas. Lo que supimos conseguir también.

Pero esa ley para la Argentina que vos decís no le molestaría a Monsanto ni a nadie, y sin embargo no sale. Es un poco extraño.

Nada que ver, yo pienso que es un gran error centralizar la discusión de la Ley de Semillas en la Soja, me parece como cortar los fideos para los tanos, cómo vas a discutir una Ley de Semillas para la Soja.

Porque es el sector más rentable.

Yo te digo el negocio de la horticultura, ¿vos sabes las posibilidades que tenemos en desarrollar el negocio de las semillas hortícolas acá en la Argentina y de exportar?

¿Y por qué?

Vos decís vamos a tener una Ley de Semillas en la que hay que pagar la propiedad intelectual y los productores te van a decir no, por default, los sentás en la mesa y te dicen, no, la verdad que sí, hay que pagar la propiedad intelectual, y no pagan nada. Es imposible que quieran, es lo mismo que yo te diga che querés pagar cinco mangos más la nafta, o querés pagar dos pesos más el bondi, ¿vos qué me vas a decir?

Entonces esta cuestión de la Ley en el fondo es un circo.

Legislar para un sector no es legislar para el país. Los problemas del sector agropecuario no son los problemas del país respecto del sector agropecuario, son cosas diferentes. El problema es que Monsanto tiene mala imagen, y andá al Congreso a discutir una ley de Propiedad intelectual de semillas, ponele que vos quieras desarrollar el negocio de las semillas hortícolas. ¿Sabés qué es lo primero que te van a decir? Esta es la Ley Monsanto, y la ley de semillas no va a salir, en estas condiciones no va a salir, es imposible porque están todos de acuerdo en que no salga.

Hasta Monsanto está de acuerdo en que no salga.

Claro. En realidad esto es un problema entre el PRO y el Campo, no entre el PRO y las Empresas de Semillas.

¿Y la ley del Frente Renovador?

Es la más equilibrada, intenta no hablar solamente de soja, pero igual todas tratan el problema de la soja. Se consagra también la convivencia con las patentes, hay muchos paralelismos de fondo, además, hay gente que vive de esta pelea, hay gente que cobra dinero por esta pelea. Consultores que se dedican a hacer esto, del lado de los productores también, que no, que los de las propiedades intelectuales te hacen libros enteros de la propiedad intelectual y la seguridad tecnológica. Mirá, la verdad que la seguridad tecnológica no sé, en semillas nosotros si hay un sector en el que podemos ser soberanos tecnológicamente en la Argentina, en la semilla.

Bueno pero dependiendo de Monsanto, dependiendo de los genes.

Y depende de lo que uno quiera y como legisle. Sí vos le reconoces a Monsanto la propiedad intelectual, en una cancha marcada a nosotros nos conviene que esté acá Monsanto acá comercializando los genes. Para defendernos de la inflación cuál es, tener dólares en el Banco Central, los dólares del Banco Central vienen en un 60%, de las exportaciones, entonces vos decís che mira va a venir gen de Monsanto que me hace crecer un 50% el rédito de soja, yo soy el presidente y me entro a acomodar la silla, que se yo. Un académico del INTA, que hace cincuenta años estudia los suelos y me dice, mirá, en el corazón de la Pampa gringa, los mejores suelos del mundo, podes hacer soja muchos años, que en cinco se recupera. Yo soy presidente y tengo cuatro años y que se yo, digo, me hago de reservas en el Banco Central, y empiezo a hacer cuentas, rutas, hospitales, escuelas y bueno, un momentito, ¿cómo no voy a querer? Obvio que las rotaciones son importantes. No hago apologia del monocultivo.

Suena como que hubiese una impericia técnica, el Frente Renovador y el gobierno quieren estar a favor de Monsanto pero no saben bien cómo estar a favor.

No, están muy apretados como el Ministro. Y el Ministro está apretado por las organizaciones de los Productores.

¿Podríamos decir entonces que esta cuestión de que si no se paga la Propiedad Intelectual se frena la innovación tecnológica es mentira?

A mí no me gustan mucho las generalizaciones. Primero en el sector de los híbridos esto no ocurre, o sea que estamos hablando de toda la parte de variedades, toda la parte de variedades de economías regionales, yo creo que no pagar la Propiedad Intelectual genera excesos por parte de la producción, que no paga el productor y hay mucha ilegalidad.

¿Pero al final la innovación tecnológica se frena o no?

Yo creo que sí, la inversión tecnológica, la inversión. Pero no sólo en la industria fruti-hortícola, sino también en el trigo, por ejemplo.

En soja no.

En soja no, porque a pesar de ser el 20% fiscalizada más el 15% que te contaba, imaginate que estamos hablando de que se siembran 20 millones de hectáreas en la Argentina, con lo cual el 20% son 4 millones de hectáreas de semillas.

Está bien, pero no hay ninguna empresa de biotecnología que pueda equipararse a lo que hace Monsanto por lo menos en soja.

Claro. Ahí vamos, hay algunos intentos, ahora Pioneer va a sacar una soja desgomada, pero en realidad las otras empresas no se han metido tanto en la soja porque la soja tiene una característica, es una variedad, y la variedad qué quiere decir, que vos cosechas el grano y ese grano lo plantas y nace la planta, en realidad mucha biotecnología estuvo relacionada con el maíz, esa es la razón por la cual no se va a ir Monsanto de la Argentina. El maíz no es una variedad, vos cosechas el granito de maíz, lo plantas y nace todo torcido, porque son híbridos, los híbridos no tienen el problema del Uso Propio porque todos los años sí o sí tenemos que comprar, y Monsanto ahí sí produce semillas.

Parecés muy convencido del valor de los agronegocios y valorás los desarrollos fitogenéticos de Monsanto. Sin embargo, durante tu gestión tu enfrentamiento con Monsanto tomó relevancia pública.

Claro, andá a discutir al Congreso a defender una Propiedad Intelectual, yo el mismo día que me discutí fuertemente durante dos horas en mi oficina con el Presidente de Monsanto, y después Página/12 publicó una nota en contra de nuestra propuesta porque supuestamente yo estaba con Monsanto. En realidad yo estaba proponiendo una ley, un DNU que estipulaba un pago de canon fijo por la propiedad intelectual de las semillas. No era en contra ni a favor de Monsanto, era para que el Estado intermediara en el pago de la propiedad intelectual.

Y ellos no querían eso, ellos querían fiscalizar.

Ellos querían fiscalizar y cobrar ellos.

Pero ahora con esta ley van a hacer menos que eso, van a hacer menos de lo que vos le ofrecías.

Olvidate, no hay ninguna posibilidad de que esta ley salga.

Pero como está ahora la situación, sí hubieran aceptado tu propuesta les convenía.

No, porque a ellos les conviene el statu quo de ahora. No les conviene ninguna ley nueva porque la ley nueva no va a salir, a ellos no les conviene ni DNU, no les conviene el proyecto actual del oficialismo, no les conviene el proyecto de Gilberto Alegre de Massa, a ellos les conviene la situación actual o la ley de ASA, listo, no hay otro camino B. La ley de patentes vigente es suficiente.

¿Extrañás a las retenciones?

Para mí hay que separar el instrumento retenciones de la imposición hacia el sector agropecuario, en la imposición me estoy refiriendo a cobrarle impuestos al sector agropecuario, son dos cosas diferentes que a mí me gusta separar. Las retenciones me parecen un instrumento válido para un determinado momento en el tipo de cambio, entonces vos tenés una mega devaluación como ocurrió en el 2002, en donde hay sectores que se ven tremendamente beneficiados y es potestad del Poder Ejecutivo fijar retenciones para que una parte de ese beneficio vaya y se distribuya en toda la sociedad. Punto y aparte, me parece un mal impuesto para mantenerlo un montón de años, por el vaivén del tipo de cambio. Las retenciones son un impuesto diseñado para problemas de tipo de cambio, entonces cuando vos empezás a tener otro tipo de problemas con el tipo de cambio las retenciones empiezan a tener muchos problemas como instrumento. Pero esto no quiere decir que yo no esté de acuerdo con cobrarle al sector agropecuario impuestos.

Algo más flexible.

No, al contrario, algo mas rígido, porque en realidad cuando, yo por ejemplo tengo este lote, lo siembro de trigo o de soja, cosecho, vendo y me descuentan retenciones, ahora, ¿Cuál es la forma más efectiva que yo tengo de no pagar retenciones? Pensá lo más básico que se te ocurra.

Contrabandear y no liquidar.

Pero si no liquidas y pasaron cinco años...

Lo metés en un camión y lo mandás a Brasil o a Paraguay.

Pero si estás en Pergamino y tenés 2.500 km de flete, gastás más gasoil, quemás la soja de atrás del camión y no llegás.

Bueno, cuál es, somos malos sojeros.

No sembrar.

El stop and go.

Si yo no quiero pagar retenciones no siembro, y si no siembro, ¿cómo me cobra retenciones el Estado? Si yo tengo un lote que puedo producir trigo pero en realidad el precio por las retenciones no me da para sembrar, ¿qué hago? No siembro.

No cultivan y pierden ellos pero pierde el Estado . Por eso algunos activistas del agronegocio dicen que no tiene que haber IVA para el campo, por ejemplo. Porque si el estado asfixia no se siembra.

Yo lo que digo es, primero que no tiene que haber retenciones depende del momento económico del país y depende de las circunstancias del tipo de cambio, primer cosa, ¿puedo estar de acuerdo en que no haya retenciones en determinado momento? Sí. Pero creo que vos le podes decir a este tipo, vos tenés esta hectárea, yo te voy a cobrar hagas lo que hagas cincuenta dólares por hectárea, vos hace lo que vos quieras, queres sembrar pepinos, cebolla, soja, lo que vos quieras, pero yo te cobro. Un impuesto a la tierra, directo.

¿Pero no sería regresivo, el mismo impuesto a la tierra cultives cebolla o cultives soja?

Te obligo a que vos utilices la mejor tecnología, porque vos ya me pagaste a mí, el resto quédatelo, todo tu esfuerzo adicional y tu inversión adicional y tu incorporación en tecnología adicional quédatelo, pone riegos que te va a rendir el doble, un impuesto que incentive la inversión y no un impuesto que restrinja la inversión y cóbrale lo mismo, no estoy hablando de que no le cobres a nadie.'

Pero ahí los chacareros te van a prender fuego.

Bueno, pero le estoy haciendo un bien a la sociedad, depende del monto. Capaz que a los chacareros les terminás cobrando lo mismo que las retenciones y capaz que después terminan ganando más porque los tipos ahora si siembran dos, si cosechan dos pagan el 35, si cosechan tres pagan el 35, o sea que meten un dólar entero para sacar más rendimiento y después cobran 65 centavos por ingreso de más porque lo otro se lo llevó el Estado.

¿Qué implicancia tiene entonces que el campo Argentino sea en gran medida alquilado, que el sistema productivo esté basado en alquileres, y podría hacer el Estado algo para que eso no ocurra?

Mirá, yo la verdad que con el tema de alquileres no tengo una posición tomada a favor o en contra. Creo que sí hay una discusión respecto de este tema es geopolítica, en el sentido de decir che vos queres tener una ocupación del territorio y queres tener muchos productores viviendo en ciudades del interior o cuál es la política de ocupación territorial que vos queres. Los cárteles del narcotráfico son tipos que les ofrecen garantías de seguridad a los campesinos y los campesinos, por ejemplo en México, aceptan porque les conviene. El otro día estuvimos con un francés que justo se dedica a este tema, al campesino vos le decís sembrá soja y te pago 3$ por kilo, sembrá Marihuana y te pago 35. Pará, ¿no van a venir a meterme en cana? No, yo te aseguro que no, viene un cana y yo te protejo, ¿Seguro? Son todos gauchos los que producen droga. Son tipos que no tuvieron posibilidades de irse de ahí, que la única que les queda es producir algo más para poder sobrevivir. Sin embargo Argentina tiene una distribución territorial y una distribución de los productores que les genera un tejido social muy interesante con lo cual los Carteles no han prosperado. Entonces desde ahí yo le entro al tema de alquileres, que la gente alquila y vive en la ciudad, ¿cuál es la implicancia? Está la discusión sobre si la tierra sí es un bien social o un bien privado, que también es una discusión relevante, pero me parece que es una discusión que le podes sacar muy poca leche en un mundo en donde, o en un país en que hay un consenso enorme por el derecho de propiedad. Me parece que no hay paz social si vos quitas ese derecho de propiedad. Una viuda que tiene 200 hectáreas y cobra 20 lucas por mes porque se lo alquila a un sojero, qué tiene de malo eso.

O sea vos no ves posible un Estado que nacionalice.

Yo no creo que esta sociedad y ni hablar de la sociedades del interior pueda generar determinadas políticas que te mantengan la paz social si se quiere nacionalizar la tierra.

Pero técnicamente sería más productivo.

¿Que el Estado sea el dueño de la tierra? No hay evidencia en el mundo que te diga que cuando el Estado se hace cargo de eso aumenta la productividad. Fíjate que muchos pooles de siembra se funden.

¿Y quiénes le roban?

Los mismos tipos que producen. Vos tenés 10.000 hectáreas de soja y estás acá, tenés la oficina ahí y hablas por teléfono y vos qué sabes que está pasando, sí salieron 35 camiones o 38, que sabes. El sector Agropecuario es un sector que en todo el mundo está hecho por agricultores, el sector agropecuario no es un sector para delegar tareas, yo creo que sí el Estado se pone a producir le roban todo. Es muy difícil de controlar, tenés que tener el auditor del auditor del auditor para que no te choreen.

¿No podes mandar un drone a controlar?

Sí, filmar, tenés que tener un tipo que este mirando todo el tiempo el Drone, las veinticuatro horas de los 365 días, lo tenés que tener todo el tiempo mirando el Drone, tenés que tener un auditor, entonces tenés que tener el tipo que te audita. Tenés que tener un ejército de chabones mirando todo el tiempo, este camión que está llegando a esta hora en dónde está, la carta de porte, a qué corresponde, en la práctica es imposible eso.

¿Y Cristina qué pensaba?

Yo nunca pude hablar con ella de este tema, pero Cristina defendía la idea de fomentar la propiedad intelectual, de cobrar la propiedad intelectual.

Durante la conversación queda la idea de que el productor, la sociedad civil, el gaucho, el sojero, es el que tiene la última palabra. Se lo ve poderoso desde tu perspectiva.

No.

Pero es el que caga a Monsanto, caga a los pooles, caga, caga al gobierno. Y sin embargo hay un discurso que lo victimiza mucho.

Yo creo que los productores son víctimas de los enormes y geniales desarrollos tecnológicos que hubo en el mundo y que crecientemente estas empresas que han desarrollado estas tecnologías se van quedando con cada vez más porción de su trabajo.

Y todo eso que dijiste antes es como una forma de resistencia mínima.

Son diferentes planos de análisis. Sí me subís y me bajas suena contradictorio pero, yo lo que digo es que los Productores en la Argentina están comprando a empresas de concentradas, están vendiendo a empresas concentradas que comercializan, que todos le van sacando un poco. Producir un litro de Glifosato no es nada. ¿Qué estas pagando ahí?

Pero es que son productores, no son desarrolladores.

Me sacaste la palabra de la boca, capaz que no tienen que saberlo tampoco, porque es gente que se dedica a otra cosa. También me parece que hay un error muy grande en toda la militancia anti-campo y en la militancia pro-campo y es que unos los idolatran como los salvadores de la patria y otros los idolatran como los malos de la pelicula, y está la enorme mayoría de la sociedad que vincula el sector agropecuario con la aristocracia, entonces vos tenés tres miradas. Eso es un mito. Si vos me decís una buena parte de la aristocracia de la Argentina que existe hoy está vinculada al sector agropecuario, sí, ahora, todo el sector agropecuario está vinculado a la aristocracia, no. Entonces hay que ser muy cuidadoso con esos prejuicios, puede llegar a ser muy injusto para mucha gente que no tiene nada que ver con la aristocracia, con gente que al contrario puede despreciar a la aristocracia, que tienen un compromiso laboral y personal con un negocio y con dedicarse y que tiene la mano deformada de trabajar y que trabaja para darle de comer a sus hijos, y que por ahí son el 90% de los productores de la Argentina, y que reciben políticas como si fueran aristócratas ingleses, hay que ser muy cuidadosos con eso.

Para cerrar y con respecto a la Ley de Semillas y Monsanto, vos no ves, por lo menos en soja, un gran margen de crecimiento para lo que recauda Monsanto por propiedad intelectual. No tiene margen para crecer, para aumentar ese 35 que vos contás.

Te van a hacer comprar semillas con características que no te sirven y que vos las vas a tener que pagar igual, es decir que te vas a tener que comprar un celular híper recontra complicado para usar porque no hay otro, vas a usar la mitad de las funciones y vas a pagar por todas. Es un fenómeno mundial, hay una pelea enorme de todas las empresas de tecnología agropecuaria, de insumos, de semillas y eso, y se apropian de porcentajes cada vez más crecientes de la renta de la tierra.

O sea que a la larga va a ser nocivo como todo monopolio.

Para los productores, esta situación de mantener la ley de semillas como está, es funcional a Monsanto y contrario a los productores.

¿Y cómo se frena ese avance de las corporaciones desde el Estado? De hecho, Bayer compró Monsanto, Dow Chemical y Dupont se fusionaron, Syngenta fue comprada por Chem-China y acá Bioceres es la gran esperanza blanca...

Pienso que hay múltiples formas de controlar el poder del mercado. El impuesto a la tierra tiene que ver con los incentivos a los productores a producir lo máximo que pueden, punto, ahora los insumos que los productores necesitan para producir lo que más puedan para mi tienen que estar controlados porque se generan monopolios tecnológicos, en donde el Estado tiene que intervenir. En Argentina hay una Ley de Defensa de la Competencia, si bien está copiada de una Ley Norteamericana que es bastante leonina. Hay que esperar. Démosle la chance a esta gente de Cambiemos, que puso el Tribunal de Defensa de la Competencia, que pusieron en funcionamiento el mes pasado, yo quiero ver que hacen. Quiero ver que hacen cuando se siente a algunos empresarios del circulo rojo que viven de las protecciones estatales como el acero, a ver que hacen, Ustedes me hablan del campo pero ahora nadie habla de otros sectores historicamente protegidos, y no hablo solo de Tierra del fuego.

Lo tomamos. Pero queremos redondear un concepto sobre la Ley de Semillas: lo que no quisieron pagar con las retenciones en el mediano plazo se lo van a terminar pagando a Monsanto.

Y sí, capaz que lo pagan con más gusto.

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