Asentado en París, Atahualpa habla en este extenso reportaje sobre sus múltiples pasados, su modo de escribir y componer; pero por sobre todas las cosas habla un lenguaje hipnótico, ese modo metafísico campestre que se prolonga a través de su obra musical. El texto apareció en el #29 de la primera etapa de la revista Crisis, en julio de 1975.

La industria musical cada vez produce menos mitos y cada vez acude más a los discos póstumos, una estrategia “creativa” para rentabilizar las voces de los muertos. ¿Cuál es el límite entre bandolerismo y homenaje? ¿Cuánto falta para una nueva canción de Elvis en castellano compuesta por una inteligencia artificial?

Estonia fue ocupada por los nazis y luego pasó a formar parte de la Unión Soviética. Las Conversaciones con Arvo Pärt de Enzo Restagno reconstruyen el clima cultural de un país asediado por las invasiones y las formas en que la sensibilidad musical funcionaba bajo la censura, sin internet y casi sin imprenta, en aquel lejano siglo XX, cuando las cándidas narraciones de salvación a través de la industria cultural todavía eran posibles.

Tras el veto de Vidal para tocar en Mar del Plata, La Renga se mudó a la república separatista de San Luis y hacia allí fue la marea famélica y curtida, para encontrar un precario paraíso verde de precios cuidados, bien regado con latitas y traspiración. Crónica de un nuevo congreso de esquinas sin duranbarbizar, donde el hit del verano sonó ambiental, constante y atronador, como el show de la ya venerable banda de Mataderos. Y luego, el viaje de vuelta hacia la insoportable tranquilidad.

Según la leyenda, 2 Minutos debutó el 8 de julio de 1989, el día que Menem asumió la presidencia. En esta entrevista, Mosca, su líder, repasa sus orígenes, cuenta un presente como working class hero y el arduo negocio de tener una banda, ataca a las discográficas y describe la geografía de un Valentín Alsina peligroso y, 20 años después del disco, no tan distinto.

Tanto en espacios que concentran el consumo cultural porteño como en los antros que conservan su magia, una constelación de jovencísimas bandas punk hace vibrar los escenarios. La olla a presión que fue el encierro pandémico colaboró a condensar una rabia que hoy desborda y sacude sin buenos modales.