Sonia Livingstone: "Los derechos humanos se aplican para la vida online y offline" | Revista Crisis
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Sonia Livingstone: "Los derechos humanos se aplican para la vida online y offline"
Es experta en educación y nuevas tecnologías; psicóloga social, miembro del Consejo para la Seguridad del Niño en Internet del Reino Unido (UKCCIS) e investigadora en asuntos de infancia y juventud en la era digital. En esta entrevista, habla sobre las encrucijadas de vivir en un mundo en el que lo digital ocupa un espacio igual de crucial que el mundo offline y propone ideas para ayudar a lxs niñxs y jóvenxs a transitarlo sin perder libertad y autonomía en el camino.
Ilustraciones: Ezequiel García
25 de Febrero de 2022

 

“Mantengámonos escépticos”, dice en esta charla la británica Sonia Livingstone. Habla de la alfabetización digital, de la importancia de darle lugar a la voz de lxs estudiantes, y de no darnos por satisfechos con respuestas que no incluyan sus inquietudes. Durante la pandemia, la presión por poner la tecnología a disposición promovió una circulación de data inédita y ahora, advierte, la pregunta es cómo lidiar con eso. Ese tipo de miradas es la que aporta esta investigadora que lee a contrapelo los anuncios de pedagogías digitales.

Gran parte de su extensa carrera ha estado dedicada a estudiar los usos de las Tecnologías de la Información y la Comunicación en los hogares y las escuelas, en especial, con el foco orientado a lo que eso produce en niñxs y jóvenes.  A lo largo de sus investigaciones en diferentes ámbitos y tras una veintena de libros publicados, esta doctora en Psicología por la Universidad de Oxford ha señalado cuestiones interesantes como las grandes diferencias de percepción de ese vínculo con la tecnología que existen entre los padres y madres por un lado y lxs hijxs por el otro, y también, por ejemplo, el análisis de la experiencia digital en las infancias y sus derechos.

Hace muchos años que investiga cómo es la vida conectada de niñas, niños y adolescentes. ¿Cuáles son las principales expectativas y temores desde el enfoque de derechos y no de riesgo?

- Se trata de preguntas que vengo pensando hace mucho como parte del proyecto Global Kids Online, del que Argentina también es parte. Muchas investigaciones demuestran que para ellos esta es su vida, no conocen una vida pre digital, le dan la bienvenida a la vida digital y creen que les pertenece. Y, por supuesto, tienen muchos miedos, están cada vez más al tanto de que hay riesgos. Muchos de ellos se han encontrado con problemas en lo personal y muchos han visto a otros experimentarlos. Los y las niñas y jóvenes son muy morales en el sentido de que no solo quieren ellos estar seguros en lo personal, sino que odian cuando ven que otros están siendo maltratados, abusados en internet y odian la cultura hostil. Ellos quieren que sea un mejor lugar que el que es ahora. Todo esto realmente encaja con la perspectiva de derechos. La convención de los Derechos del niño estipula una serie de derechos de la infancia y recientemente el comité adoptó el comentario general número 25 que dice cuáles son las formas en que aplican en el mundo digital, y captura ese sentido de agencia que para niñas, niños y jóvenes que es tan importante, su deseo de ser escuchados y de tener un espacio en el que sean efectivos, en el que puedan actuar de modo colectivo a la vez que disfrutan de sus derechos y sus vidas de modo individual. Entonces, las tecnologías digitales los ayudan a aprender, a jugar, a socializar y a participar, pero también deben proteger su seguridad, protegerlos de la explotación comercial y su privacidad. Y es allí donde están los problemas porque aún no hemos resuelto esos asuntos.

Existe un problema global creciente acerca de la regulación de las plataformas, de los grandes jugadores tecnológicos, pero también acerca de cómo participamos en la vida digital. ¿Quién puede regular eso si es que eso es posible?

- Todos tienen que asumir las responsabilidades por incluir a las tecnologías digitales en nuestras vidas y en hacer que nuestras sociedades sean dependientes de las tecnologías, que se han vuelto parte de la infraestructura.  Hoy no es fácil aprender, trabajar, gestionar la vida cotidiana sin ellas. Cuando la tecnología pasa de ser una opción,un lujo a ser necesaria y esencial, el estado tiene que asumir la responsabilidad de garantizar que todos estén incluidos, de que la tecnología no actúe de formas discriminatorias y de que no viole los derechos humanos, incluyendo los de las infancias. El estado es el actor clave y es responsable, pero bajo los principios guía de la ONU sobre derechos humanos y empresas, que ha sido firmado por todos los países y que dice que las empresas también son responsables por la no violación de los derechos humanos, incluyendo los de la infancia. Y eso es muy difícil porque algunas son muy grandes, más poderosas que muchos países. También es difícil porque algunas se desarrollan muy rápido, no conocen los marcos regulatorios y simplemente comienzan a recopilar nuestros datos y causar problemas. Entonces, tanto las empresas grandes como las pequeñas son un desafío para el estado y por eso hoy hay tanto debate en todo el mundo acerca de cómo hacer que la tecnología sea más ética, que respete más y mejor los derechos, que se construyan marcos de cooperación internacional. ¿Es suficiente? No lo sé, creo que hay algunos casos significativos que se han ganado en las cortes, ha habido multas significativas para las grandes compañías tecnológicas y la confianza pública ahora está cambiando y eso también tiene sus efectos porque las compañías se dan cuenta de que tienen que conservar la confianza, la reputación de marca, y si se vuelven conocidas por vigilar a niños y niñas, o a causarles cualquier daño, esto es un desastre en el mercado tanto como un desastre en términos de derechos. Creo que este es un momento de cambio interesante, no sé quién ganará pero me entusiasma discutir sobre estos temas.

Durante muchos años estudió la regulación de medios en Gran Bretaña ¿Cree que la regulación puede capturar estos problemas o es necesario pensar en otra más amplia?

- Sin lugar a dudas hay que pensar en una regulación de medios y debemos lograr que se aplique. El principio debe ser que los derechos humanos se aplican para la vida online y la vida offline. Aplican en el mundo digital, hay que ver cómo lograrlo. Primero hay que asegurarse de que las leyes se apliquen en ambos lados y que existan las reparaciones, de modo que si algo está mal se pueda solucionar. Pero lo que esto quiere decir es que las instituciones y las organizaciones son el sujeto de las leyes. Si un data bróker recopila datos de niñas y niños a través de sus vidas, y los usa para tomar decisiones discriminatorias o injustas sobre sus futuros trabajos, no solo la compañía tecnológica o el bróker tienen que ser alcanzados por la ley, sino también el empleador en el futuro. Todas las organizaciones hoy usan data, de modo que todas tienen la responsabilidad de usarla  de modo transparente, responsable, sin discriminar y en una forma que ofrezca reparaciones cuando algo salga mal. Es la regulación de todo en relación con el mundo digital.

¿Qué cree que significa en el mundo de hoy la educación digital? ¿Qué es lo que las escuelas, los docentes, el sistema entienden sobre alfabetización digital y qué enseñan?

- Diría primero, en modo práctico, que lo que sea que los estudiantes tengan que entender sobre la tecnología para que funcione bien para ellos, eso es alfabetización digital. Es cierto que tienen que entender la funcionalidad, pero también tienen que tomar decisiones sobre informaciones confusas, desinformación, noticias falsas, de modo que también se trata de información y evaluación. Y si necesitan ser actores en un mundo digital, crear, escribir código, crear sus propios espacios digitales, eso también es parte. De modo que es lo que sea que necesiten. Incluye por supuesto conocimiento acerca de la seguridad, de saber cómo actuar y , a veces, eso se vuelve lo principal, porque muchos educadores están muy preocupados por la seguridad y por temas como cyberbullying, grooming, pornografía, entre otros. Y a veces entrenarse en eso lleva todo el tiempo, y entonces nos queda un enfoque desequilibrado, en el que los estudiantes se quedan sin explorar las habilidades para ser ciudadanos en un mundo digital, las habilidades para la creatividad y la participación. Solo nos preocupamos porque los chicos estén en un ambiente seguro, y eso está muy bien, pero no es suficiente. Creo que una idea expandida de habilidades es una buena manera. Apoyo totalmente a los docentes, porque su trabajo es tremendamente difícil porque la tecnología está cambiando todo el tiempo, los modos en que la sociedad usa esas tecnologías también cambia y las demandas se vuelven cada vez más grandes. Ahora hay quienes dicen que a los chicos hay que enseñarles alfabetización en data, y yo estoy de acuerdo, pero ¿quién entiende realmente dónde van nuestros datos, quién entiende realmente la ecología de datos que hay detrás? Los abogados, los tecnólogos están discutiendo estos asuntos, entonces ¿cómo pueden los docentes tener un paquete de conocimiento para compartir con los estudiantes? La alfabetización depende de la legibilidad. Si el ecosistema digital es organizado, transparente y bien preparado, entonces si los docentes deberían enseñarles a los estudiantes a navegarlo y usarlo. Pero si ese ecosistema es caótico, complejo y opaco, a menudo a propósito, entonces tenemos que regularlo antes que esperar que los docentes resuelvan todos los problemas.

¿Cree que la pandemia ha traído y traerá grandes cambios en relación a la alfabetización digital o volveremos a la “normalidad” y sus problemas viejos?

- No lo sé. Espero que no sea una vuelta a la normalidad porque esa normalidad no era tan buena. Una cosa muy simple que hemos aprendido es que los niños, niñas y jóvenes valoran la presencialidad, la interacción en persona. Los últimos 10 años nos han dicho siempre que los jóvenes solo quieren mirar pantallas y no es así, la pandemia realmente ha demostrado esto. También, que los jóvenes no solo quieren aprender a través de una pantalla; quieren estar en la clase, con sus pares, estar con el cuerpo, participar. Eso es mucho más estimulante. Hemos aprendido algunas cosas buenas, pero también cosas más negativas: durante la pandemia había tal presión por poner a la tecnología a disposición y descansar en ella que hemos promovido tecnologías que no respetan la privacidad, que recolectan datos en modos en los que la gente no tiene opciones, y muchas compañías han ganado mucho dinero en base a las necesidades cotidianas de la gente, sin que estas necesidades se resuelvan de la mejor manera. Creo que también hemos aprendido que en tiempos de crisis y cambio, los gobiernos tienen que ser extra cuidadosos para asegurar que los cambios que se desarrollan respeten los derechos de los niños y niñas

En lo que respecta a las políticas y prácticas con las TIC, en Argentina y en otros países de la región luego de la pandemia ha habido un relanzamiento. En algunos casos, con la expectativa de mejorar la igualdad en las escuelas, en otros, más relacionadas con discursos que vinculan a las tecnologías con un futuro que no sabemos cómo es pero sí que será digital. ¿Cuáles serían sus sugerencias tanto para las políticas como para las prácticas docentes?

- Creo que el punto de partida para las escuelas y docentes que enfrentan cambios que no siempre se entienden o sobre los que no tienen el control es tener una reflexión sobre el problema que incluya a los estudiantes. Asumir un enfoque que sea consultivo, que los incluya en la reflexión sobre ese desafío, antes que tratar de resolver e imponer una solución. Tenemos que desarrollar soluciones que respeten las perspectivas de quienes están involucrados. Creo que los educadores a menudo intentan encontrar una solución que cierre las preguntas pero tal vez se trate más del proceso y la ética de solucionar las cosas. Hay que prestar atención crítica a los resultados, porque hay tanto bombo, nos dicen que la tecnología transforma a la educación, y no es así; genuinamente, no es así. Mantengámonos escépticos, un poco distantes y que no nos arrastren las exageraciones.

 

Esta charla forma parte de la programación de la Semana Unipe que se celebra esta semana, bajo la propuesta de pensar  Educación y comunicación en la era digital: orientaciones, regulaciones y desafíos. Puede verse por YouTube a partir del 25 de febrero; y se suma a 146 actividades que en su tercera edición contarán con 600 expositores.

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