"Para mí el rock no es algo que puede ser definido tan simplemente. No me gustan las etiquetas ni los que inventan muletillas sobre algo que se siente o no se siente. Yo puedo decir que el rock es vida, es todo, pero ni siquiera con eso alcanza. Suena a hueco en el medio del caos social que estamos viviendo". Es Fito Páez y con sus 24 años a cuesta es uno de los músicos del rock que mejor redondea el pensamiento de un amplio sector de la presente generación, fundamentalmente de esos pibes que están hartos de que los usen y manoseen o que en el mejor de los casos los señalen con el dedo, como culpables de males diversos.
Fito es de esa clase de tipos que habla y no vacila en comprometerse con afirmaciones que puedan cerrarle puertas en el sinuoso mundo de las multinacionales del disco. De allí que sus definiciones dichas desordenadamente durante una tarde de febrero en la Falda, tienen valor por sí mismas. Parecen delirios en algunos casos y sentencias sobre la realidad en otros, pero coinciden con una forma auténtica de ver esta actualidad sofocante que se padece a diario.
– A nivel del rock no creo que haya una crisis pero sí pienso que no está pasando nada espectacular. ¿Las causas? Sólo basta con salir a la calle, ver cómo se está cagando de hambre o de angustia la gente y darte cuenta que éstos no son tiempos en los que resulta fácil desarrollar ondas demasiado creativas.
– Yo tengo plena conciencia del mundo de mierda que nos ha tocado vivir pero a pesar de ello sigo haciendo música, porque sí, porque me hace bien y me sirve para transmitir cosas. Aquí, para decirlo de otra manera: o te ponés gordo y te comprás la tele o hacés rocanrol.
– Por el trato que recibí de mucha gente que me invitó a cantar en actos políticos, ahora no le doy crédito a nadie. O mejor dicho, voy a cantar sólo cuando me inviten los amigos, ésos en los que tengo confianza porque los sé buenos tipos y que no van careteando por la vida. Del resto mejor ni hablar, sólo piensan en usarte y después... a la mierda.
– Esa "izquierda" o esos tipos que se dicen de "izquierda" y en realidad están permanentemente mintiendo en su forma de ser y actuar me parecen sencillamente repulsivos. Son simuladores, gente sin swing que no llegan a nadie, porque los chicos no creen en su mensaje. Es más, les parece aburrido.
– La mayoría de la gente que se ocupa de la política en este país (se refiere a los políticos tradicionales) es careta. No me puedo sentar a la mesa con ellos, y si en algún momento lo hice fue porque era medio boludo, sin experiencia. No por oportunismo, sino por boludo.
– Los argentinos tienen el vicio de pontificar sobre todo. Siempre estamos tratando de encontrarle respuestas a las cosas más simples para joderlas. Yo no soy pontífice de nada y menos de la anarquía como por allí se dice. Fuck me, si lo fuera. No tiene sentido.
– ¿Las recientes manifestaciones estudiantiles en Francia y España? Muy buenas. Con la polenta y la creatividad que hacen falta para que uno no vea todo con el tradicional escepticismo.
– Dos sensaciones sobre los pibes de la generación del '70, esos que se rebelaron de mil maneras. La primera: de horror, de desolación. Horror por todo, por las muertes, por el desastre. No, yo no me engancho en la mano del culto a la heroicidad y todas esas cosas. Pero en seguida, digo también que siento solidaridad con ellos, por haber sido capaces de todo, hasta de agarrar los chumbos por una idea.
– Y sí, loco. Yo me comí lo de los "subversivos", el "terrorismo" y todas esas pálidas. Era pendejo y todos sabemos cómo nos bombardearon la radio, la tele y los diarios. No me hablés... hasta salí con una banderita argentina el día que ganamos el mundial.
– ¿Los punkis? ¿Y qué querés que te diga? El que lo quiere ser que lo sea. Pero te cuento una anécdota: el otro día fui a ver a Los Ramones y en el medio de un montón de tipos que vestían como punkis y saltaban como punkis, se me tiró encima uno de Toxicomanía y me empezó a zamarrear como un loco. ¿Los punkis? Miraban a otro lado o se hacían los distraídos. Sacá vos tus conclusiones.
– No puedo estar en contra de la gente que va a los recitales a hacer quilombo. Más allá de si me guste o no, el problema es buscar las causas de esa bronca. Yo prefiero estar en contra de los otros, de los que tienen el poder e intentan manejarnos.
– ¿El Papa? No, loco. Que el Papa se vaya a la puta madre que lo parió...
– ¿Félix Luna? ¿El que quiere suspender los conciertos de rock? No existen, no son nada... nada.
– ¿Qué querés que te diga de los radicales? Se piensan que como decía (Pacho) O'Donnell, el cambio va a venir cuando se saquen la corbata. ¿Por qué no salen a la calle y ven cómo está la gente de jodida?
– Si hay golpe de Estado me voy a Tahití (risas). Salvo que se haga un gran Frente donde la mitad de la gente de este país decida pelear, resistir. Pero la verdad, es que sobre esto también soy escéptico.
– En Latinoamérica estamos bastante jodidos. Salvo Cuba, que se parece a un milagro y Nicaragua, que es uno de los grandes palos en el culo que tienen los yanquis.
– ¿Psico-bolche yo? Y bueno si dicen eso, que se jodan. O como canta Serrat: "cada loco con su tema...".