A esa altura llora y grita frente al Tribunal Oral Nº 7 de San Isidro: “¡Hace un año y ocho meses que la vengo pasando como el orto, no se trata de un robo y nada más!”. Es marzo de 2015 y Malena Galmarini (MG) relata el robo padecido hace justo dos años en la casa que comparte junto a Sergio Massa (SM) y sus dos hijos en el country Isla del Sol, en Rincón de Milberg, Tigre.
Aquella tarde de 2013 había salido en busca de su pequeño hijo para ir juntos a una reunión y finalmente encontrarse con su marido. Eran tiempos de campaña febriles. Los inicios del Frente Renovador (FR). A las 20 horas volvieron a la casa. Ella se demoró bajando unos bolsos cuando leyó un mensaje de la empresa de seguridad: “Cuidado porque una cámara está rota, alguien ingresó en el domicilio”. Corrió y le advirtió a su marido. “No hay nadie. ¡Pero la caja fuerte no está!”, le gritó SM después de revisar cada ambiente y comunicarse con el fiscal Mariano Sagaz. Más tarde acordaron que sería únicamente ella la que radicaría la denuncia y que lo mantendrían en silencio.
MG tenía 38 años y era desde 2008 la secretaria de Política Sanitaria y Desarrollo Humano en Tigre. Su segundo cargo público tras un breve paso en 1998 como subdirectora de la Juventud dentro del Ministerio de Salud y Acción Social. SM tenía 41 años, era intendente desde 2007 y flamante candidato a diputado nacional después de una estruendosa ruptura con Cristina Fernández de Kirchner.
ponele la firma
Desde el robo siente que los persiguen. Se enferma. Cambia la rutina de sus hijos. El principal acusado del robo, Gorgonio Alcides Díaz, alias Goli, agente de inteligencia en la prefectura, la llama desde su lugar de detención para intimidarla. Goli supo trabajar en el country Isla del Sol, aunque ya no lo hacía cuando quedó registrado mientras ingresaba en la vivienda empuñando un arma. Las imágenes muestran un hombre robusto, con la capucha de la campera puesta, forzando una puerta ventana y disparando a una de las cámaras; acto seguido, según la edición presentada, se sube a su auto con la cara descubierta y sale del predio al que solía asistir a diario para verse con sus camaradas de la prefectura.
“Parecía una película cómica, no un video de una cámara de seguridad. No fue que era un alcoholizado que vio luz y entró. Era un prefecto que conocía a la familia y que entraba a la casa de Massa”, denuncia Sergio Berni y agrega que fue el propio SM quien solicitó en 2007 que el prefecto cumpliera servicios adicionales en ese country. MG le responde con furia: “Salieron a embarrar la cancha. No sé qué le pasó a Berni y al gobierno nacional. ¿Quién puede ser el hijo de puta que puede creer que esto me benefició?”. Un funcionario judicial de San Isidro, enemistado con los Galmarini-Massa, contradice a Berni: “La autoría del prefecto Díaz nunca estuvo en duda. Fue él”.
Un ministro del actual gobierno resalta que Malena todavía hoy se altera físicamente cuando se cruza con el ministro de Seguridad de Buenos Aires.
Al día siguiente del robo, se realizan allanamientos en el domicilio del prefecto y en la vivienda de sus padres. César Jaunarena es el único testigo civil bajo la supervisión del fiscal Mariano Sagaz y con la extraña presencia del secretario de Prevención Ciudadana, Diego Santillán, de extrema confianza política de SM, con quien escribiría el libro Así lo hicimos. La experiencia de Tigre en seguridad. A Jaunarena le llama la atención que uno de ellos ingrese con “un bolso negro, tipo maleta, de cuero, que no tenía bolsillos” y se retire pronto. Cuando terminan, le hacen firmar las dos primeras hojas del acta pero no la última, en la que figuran los objetos y el dinero secuestrado.
La sospecha es que el prefecto Goli le habría robado a los Galmarini-Massa una cifra millonaria no declarada para la campaña. Y que fueron recuperados durante los allanamientos.
Durante el juicio oral, MG apunta contra César Jaunarena: “En octubre o noviembre vino un jefe de prefectura de Tigre, pidió hablar conmigo y me contó que se había enterado que habían comprado al testigo del allanamiento, que estaba en inteligencia de prefectura y era un agente de la SIDE. Todo para que se cayera esta causa”.
La acusación es la respuesta a la denuncia por amenazas telefónicas que había interpuesto Jaunarena cuatro meses antes: “Me dijeron que no hablara de más porque estaba de por medio mi familia”.
Carlos Washington Palacios, fiscal de Pilar, le dio curso y abrió una causa por amenazas. Tomó declaraciones, estudió las actas del allanamiento y detectó irregularidades: la ausencia en la última hoja de las firmas de Jaunarena y de un comisario presente en el lugar, la falta de registro del secretario Diego Santillán y la coincidencia en los trazos de todas las firmas de la última hoja, según los estudios realizados por una perito calígrafo; se sumó la denuncia realizada por la mujer del prefecto por el presunto robo de dinero personal durante el allanamiento.
El avance de la investigación puso en alerta al fiscal de la causa por el robo, Claudio Scapolán, delfín del poderoso Julio Novo, fiscal general de San Isidro. Un mes y medio más tarde, logró hacerse de la causa con artilugios formales y la archivó. Acto seguido pidió el juicio político del fiscal Palacios, acusándolo de haber orquestado una causa trucha junto al testigo Jaunarena, sus abogados y la mujer del prefecto a los fines de protegerlo.
perder el norte
Gorgonio Alcidez Díaz fue condenado en 2015 a la pena de dieciocho años de prisión por el robo.
En 2019 un jury de enjuiciamiento decretó la destitución de Carlos Washington Palacios y su inhabilitación para ocupar cargos judiciales. En la última jornada de alegatos, MG y Jorge D’Onofrio, senador del FR, presenciaron la lectura del fallo contra el ahora ex fiscal de Pilar, quien todavía lucha por revertir esa condena.
El fiscal general Julio Novo fue procesado en 2016 por la jueza de San Isidro, Sandra Arroyo Salgado, por obstaculizar la investigación de los asesinatos de dos narcotraficantes colombianos en el shopping Unicenter y de un tercero en San Fernando. Hoy espera el juicio oral. “No se trataron”, escribió la magistrada, de “acontecimientos aislados, son prueba cabal de la puesta en marcha de una maquinaria de presión, maltrato, desgaste y hostigamiento, metodología previamente concebida y utilizada años antes para entorpecer y perjudicar el desarrollo de investigaciones sensibles y complejas, cuyos responsables eran personas ligadas de un modo u otro a intereses superiores a los que no se debía llegar”.
Claudio Scapolán debió tomar licencia después de que Arroyo Salgado lo imputara por armado de causas, connivencia con narcotraficantes y robo de estupefacientes durante los operativos que realizaba desde su fiscalía de San Isidro.
Un funcionario del Poder Judicial señala: “Novo y Scapolán estaban muy ligados a SM y MG. Sergio, incluso, salió a defenderlo al principio. Es que la descentralización del Ministerio Público Fiscal en la provincia hizo desastres. Se abrieron unidades descentralizadas financiadas en buena medida por los propios municipios, lo que fomentó relaciones carnales entre fiscales e intendentes. No por nada la insistencia del massismo para que designen como fiscales a gente cercana e incluso a Melisa Rey, la procesada secretaria de Novo”.
En su pedido de elevación a juicio contra Novo del 1 de noviembre de 2017, el fiscal federal Fernando Domínguez confirma los vínculos con Malena: “Casualmente se verifican en autos casi cien comunicaciones entre el imputado Novo con Federico [sic] Galmarini y Malena Galmarini”. Elisa Carrió ya había denunciado, basada en esas investigaciones de Domínguez, la “estrecha relación entre Julio Novo y Massa” y los contactos telefónicos con Malena. La respuesta le llegó en su momento desde su hermano Sebastián: “Le pido a Carrió que solicite los cruces de llamadas de Novo con Gustavo Posse y Jorge Macri”.
marca tigre
Fue el intendente vecinalista Roberto Ubieto (1987/2007) el creador de la fórmula: ceder áreas pantanosas e inundables para que grupos financieros le agreguen valor, es decir, barrios cerrados. Se adquirieron a precios irrisorios a sabiendas de que el municipio modificaría ordenanzas y garantizaría las obras indispensables para transformarlas en superficies de altísimo valor financiero. Un exfuncionario de Cambiemos resume el espíritu del modelo: “Si Nordelta u otros emprendimientos privados no hubieran construido sobre esas miles de hectáreas, eso hubiera terminado en una enorme toma ilegal y hoy tendrías uno de los asentamientos informales más importantes de la Argentina”. Desde las organizaciones ambientalistas lo niegan: “El gobierno municipal y provincial permitió que los barrios privados que nos rodean construyan sus paraísos de privilegio, rellenando y elevando sus terrenos, transformando nuestros barrios populares en verdaderas piletas, donde el agua se acumula sin encontrar salida”.
Las intendencias de SM (2007/2011; 2011/2013) continúan el boom inmobiliario pero suman securitismo y marketing: florecen miles de cámaras de seguridad y una constante parafernalia tecnológica. En 2012 inaugura el Centro de Operaciones de Tigre, un Gran Hermano atestado de monitores que muestran cada recoveco de la ciudad; a la vez que lanza cientos de móviles propios conducidos por personal de civil y policías de la bonaerense como copilotos, a los que se les paga las horas adicionales. Las denuncias por graves hechos de violencia institucional se amontonan bajo la indiferencia de vecinos y turistas encandilados con un sistema de seguridad que pronto se exporta a otros municipios.
MG se transforma en 2008 en la secretaria de Política Sanitaria y Desarrollo Humano, que incluye empleo, hábitat, cultura, educación y deportes. Oficialistas y opositores coinciden en valorar su infatigable capacidad de trabajo. Sus políticas son palpables, cercanas a los sectores más humildes y tienen una clara perspectiva de género: crea la Dirección de Políticas de Género y Violencia Familiar, la Dirección de Políticas de Infancia, Adolescencia y Familia, con un programa de prevención de la violencia contra las adolescentes, e impulsa talleres de Educación Sexual Integral para los docentes.
En 2013 su marido asume como diputado y es reemplazado por Julio Zamora, el presidente del Concejo Deliberante. Dos años más tarde, MG inaugura su principal obra: el Hospital Materno Infantil Municipal “Dr. Florencio Escardó”, una institución modelo de parto humanizado y respetado. “Hay que reconocerle que, antes de que se diera la discusión por la interrupción voluntaria del embarazo, ella impulsó que en las salitas de Tigre eso existiera. Y bajó la línea a los jefes de cada sala para que tengan esa política”, destaca un dirigente peronista opositor al massismo.
MG le imprime una sensible impronta social a una Secretaría que sin embargo choca contra las inequidades estructurales de un modelo que divide entre ciudadelas privilegiadas y barrios populares inmersos en una grave situación ambiental y sanitaria. “El 48% del continente de Tigre son barrios privados. Nordelta, por ejemplo, tiene una planta de tratamiento cloacal propia. En el resto de Tigre no llegás al 28% de cloacas. Es muy desigual", denuncia un dirigente de Juntos por el Cambio (JxC).
Para un funcionario peronista las diferencias en el manejo del poder entre MG y SM son claras: “Malena es una compañera muy impulsiva. Tiene una notable impronta social, labura muchísimo, pero esa impulsividad la puede hacer llorar cuando atiende a una familia con problemas, ayudándola con todo lo que tenga a su alcance, o ser tiránica en la decisiones si te odia. No sabe conducir equipos. Los choca. Ha echado gente por causas insólitas, solo por furia. Sergio puede ser lo mismo pero con una cabeza mucho más fría y estratégica”.
feminismo argentino
La transición democrática tiene como protagonista a una tenaz militancia feminista de base que también ocupa cargos. El justicialismo porteño encuentra en figuras como Juliana Marino, titular de la Secretaría de la Mujer (1983/1987), y en Virginia Franganillo, presidenta del Consejo Nacional de la Mujer (1991/1995) , las caras visibles de un activismo que discute, se moviliza, promueve jornadas de género en las unidades básicas y genera alianzas con militantes de otros partidos para la creación de una Red de Feministas Políticas que denuncia la infame cantidad de bancas (4,5%) que ocupan en el parlamento.
A poco de asumido Carlos Menem, le reclaman su apoyo a una Ley de Cupo Femenino que fije un 30% en las listas electorales. El presidente da el visto bueno, pero el ministro del Interior José Luis Manzano pronto las traiciona. Ellas redoblan las presiones y en 1991 logran una inesperada media sanción de la Ley en el Senado, durante la turbulenta jornada en la que se vota el envío de tropas a Medio Oriente.
Marcela Durrieu, madre de MG, referente feminista en la provincia de Buenos Aires, muy cercana a Menem, se suma a las presiones y organiza un acto en Avellaneda con 10.000 mujeres, en el que logra subir al escenario a Alberto Pierri, presidente de la Cámara de Diputados. El 6 de noviembre, rememora Juliana Marino, “las puertas del Congreso estaban cerradas y ella le recordó a Pierri su compromiso, así que tuvo que abrirlas para que cientos de mujeres entremos con los niños, los cochecitos y las mamaderas”. Cuando amanece, la histórica Ley de Cupo está aprobada.
En ese feminismo peronista, basista y de palacio, se inscribe MG. “Ella encarna un feminismo que yo definiría como argentino. Acá hay una tradición política de las mujeres que empiezan a juntarse a partir de la guerra de Malvinas. Es una tradición de peronistas, conservadoras, socialistas, comunistas, radicales, muy transversal, que luchan juntas por sus derechos y provocan una revolución normativa”, explica la periodista y activista Luciana Peker.
A través de un proyecto presentado en el Senado de la provincia de Buenos Aires por su hermano Sebastián, MG levanta la apuesta de sus antecesoras: en 2016 se aprueba la Ley de Paridad de Género. Al año siguiente, la misma Ley se sanciona a nivel nacional. Pero no se conforma. Junto a su madre y movimientos sociales, crea Ojo Paritario, una organización que ejerce un control riguroso. Ella misma viaja a las provincias e interpone amparos para impugnar las listas que no respetan el 50% de mujeres.
MG se involucra a fondo durante 2018 en el fallido intento de aprobación de la Ley de Interrupción Voluntaria del Embarazo (IVE). Ya en 2020, siendo oficialista y con SM como presidente de la Cámara de Diputados, retoma a pleno la rosca: visita las provincias más conservadoras, llama por teléfono, se reúne en despachos a deshora, levanta el tono si hace falta y defiende la ley en los medios. “En las reuniones de la Campaña Nacional por el Derecho al Aborto, cuando se nombra a Malena la expresión que se usa es mujer poderosa, es decir, alguien que disputa poder y se planta. Aparte de su genealogía familiar, ella tiene un peso propio”, afirma una activista.
“Hubo una instancia previa a que el proyecto de IVE se presentara en la cual ella ocupó un rol principal. Nosotros teníamos que asegurar que hubiera un piso de votos mínimos para la presentación. En ese trabajo de poroteo estuvo muy presente, fue parte de la mesa chica”, destaca Elizabeth Gómez Alcorta, ministra de las Mujeres, Géneros y Diversidad.
“Ella nunca te va a decir que no. Cuando no había plata para poner pantallas en las calles, se le pidió a todes les ministres del gobierno y dijeron que no. Fuimos entonces con el pedido a Malena y ella consiguió que se garantice ese dinero. Aparte puso los camiones de agua de Aysa para que repartieran durante la votación”, señalan las militantes. También se suma a las tensas reuniones por la seguridad de aquella jornada. Participantes de los encuentros se fascinan con su soltura a la hora de lograr acuerdos entre el ministro porteño y su par nacional: “Por el lugar político movedizo que ha tenido el massismo, le facilita el diálogo con los actores del peronismo tradicional y con la derecha”. Una intelectual feminista es concluyente: “La ley de IVE se logró porque había un colectivo, estaban las pibas en la calle y porque hubo liderazgos indispensables como el de Malena. Lo que pueda hacer si llega al poder con su marido es otro tema”.
matrimonio presidencial
En las elecciones ejecutivas de 2015, el FR pierde feo pero suma un número considerable de legisladores que le permite entablar un íntimo acuerdo de gobernabilidad con María Eugenia Vidal y el presidente Mauricio Macri.
SM vuelve a la carga en 2017 como candidato a senador y la derrota es catastrófica: sale tercero, 25 puntos por debajo de Cristina Fernández de Kirchner. Muerde también el polvo en Tigre, su terruño inexpugnable, y el intendente Julio Zamora no perdona: arma alianzas con La Cámpora, el Evita y Kolina para barrer a funcionarios claves del FR, incluida a la mismísima MG tras una década en funciones. La guerra entre Zamora y el massismo acaba de desatarse. “Es que ella manejaba una súper Secretaría, casi un municipio paralelo, absorbía más de la mitad del presupuesto y obviamente jugaba como le pedía Sergio”, cuenta un exfuncionario.
Malena se refugia en la banca como concejal, que mantenía bajo licencia desde 2015.
Las elecciones de 2019 vuelven a poner al FR en primer plano. Es la única pieza que falta para unir al peronismo. Las negociaciones incluyen una exigencia principal: la candidatura de Malena a la intendencia de Tigre. Zamora estalla y desafía al matrimonio a una interna. Finalmente, la masiva popularidad del actual intendente de Tigre zanja la discusión y ella se conforma con una candidatura a diputada provincial.
Luego del triunfo, MG se convierte en la primera presidenta de Aysa, la empresa prestadora de agua del Área Metropolitana de Buenos Aires. “A pesar de que su nombre circulaba como ministra de las mujeres, ella no quería bajo ningún punto de vista. Eso también la pinta como una feminista no tradicional, que no se va a conformar con un rinconcito testimonial sino que va a disputar la guita y los espacios de poder”, apuntan desde un movimiento de mujeres.
El FR coloca a sus máximos dirigentes en puestos clave en el Congreso y al mando de poderosas empresas estatales y ministerios estratégicos. Pero la pandemia provoca un tormento sanitario y presupuestario. MG desembarca en Aysa con cuadros de Tigre. Entre sus primeras medidas incluye un pago de 450 pesos a las trabajadoras para gastos de higiene durante el período menstrual y suma cartelería y correos internos con consignas de género. La gestión, sin embargo, padece el estancamiento general de las obras públicas. SM sale a su rescate: en la Ley de Presupuesto 2021 filtra con sigilo una rebaja del impuesto al cheque para empresas que como Aysa tengan un 80% de participación estatal; suma también la exención en el pago de tasas portuarias y aeroportuarias para la importación de ciertos bienes.
La presencia de dirigentes del FR en lugares estratégicos, permite rapiñarle funcionarios al intendente Zamora. Un concejal peronista señala que “ahora el enfrentamiento con él ya es personal. Sergio logra renacer de las cenizas, volver a tener un poder superestructural. Pero no tiene ni territorio ni votos. No recuperó la credibilidad. Malena no tiene juego propio. Y Zamora tiene poca llegada a la superestructura provincial y nacional porque Sergio hace que los ministros no vayan a Tigre, le coopta su gente, etc., pero tiene votos propios”.
Desde JxC se relamen con una posible ruptura en las próximas legislativas, mucho más después de que Zamora registrara formalmente un partido vecinal: “Cómo estarán de peleados que se murió la presidenta del Concejo y como no se pusieron de acuerdo, lo terminamos poniendo nosotros que somos minoría. La Cámpora y el Evita son supuestos aliados de Zamora, pero, a la vez, la relación de Sergio con Máximo Kirchner es espectacular”. Otro dirigente opositor descarta un triunfo si el peronismo se mantiene unido: “No creo que rompan en Tigre y en Nación. Sergio es un tipo hiperhábil, de los más laburadores y de los que más conocen la botonera y el Estado en Argentina. Pero desde 2013 se consumió en dos o tres volantazos casi la totalidad de su capital político. No tiene margen para uno más, salvo que el gobierno derrape y se pueda convertir en héroe de vuelta”.
Mientras tanto, el matrimonio da muestras de un poder que excede el ámbito judicial de San Isidro y a la propia coalición de gobierno: el 13 de abril último recibieron en su casa del country a Juan González, el enviado especial de Joe Biden, flamante presidente de los Estados Unidos. Comieron un asado supuestamente íntimo que incluyó cobertura mediática y fotográfica.
MG transcurre la pandemia en un área estatal clave para los barrios populares del AMBA. Su pretensión de convertirse en la primera intendenta de Tigre de la historia sigue intacta. Ella sabe que depende en buena medida de que pueda saldar una deuda histórica del FR en su tierra: ampliar el pobre sistema cloacal y el servicio de agua potable. Pero también de las internas de un oficialismo que se retuerce al compás de una crisis económica y sanitaria cada día más irrefrenable.